Aunque quienes convivan con niñ@s lo discutirán, cuando trabajas desde casa tu espalda en general (y tus cervicales en particular) son las auténticas víctimas de la situación (si crees que tus nervios también, ponte en contacto con Supernanny) ¿Quiénes son los verdugos? La falta de hábito, una silla poco ergonómica y una postura postura forzada que castigan al cuerpo de manera desproporcionada. Gracias a Dios, todo tiene solución en esta vida, y desde FITT queremos presentarte algunos consejos para cuidar tus cervicales y evitar males mayores.
Mis cervicales, mi tesoro
Aunque tu no lo sepas, tu búsqueda de la “postura ideal” te ha llevado a posiciones dignas del Circo del Sol. Si tienes un trabajo de oficina en vez de ser contorsionista, te presentamos algunos ejercicios para hacer las paces con tus cervicales:
No pierdas el norte: Ni el este, ni el oeste… la idea es que, de manera regular, mientras cuadras balances o retocas imágenes, gires el cuello buscando los puntos cardinales. Ya sea trabajando, o friendo croquetas, te mantienes unos diez segundos en cada lado, ayudándote con las manos si es necesario, para que la zona cervical se libre de la tensión y respire.
El movimiento se demuestra andando: Y se lo busca un@ mism@. Sin reuniones, sin visitas a la máquina de café, sin cotillear en otros departamentos de si Messi si o Messi no… el cuerpo lo nota. Dedica los últimos 5-10 minutos de cada hora a moverte de la silla y reactivarte, tus cervicales agradecerán que te acuerdes un poco de tus piernas.
Mea culpa: No se trata de que admitas que no cuidas tu cuerpo (que también) si no que bajes la cabeza hasta dar con la barbilla en el pecho y entrelaces tus dedos sobre la nunca (como si hicieras abdominales) para ejercer más presión, de esta manera, estiras los músculos del cuello aumentando su elasticidad.
¡Qué trabaje otro!: A veces tu cuello se cansa de cargar con tu cabeza, y te lo dice en el idioma de las sobrecargas. Con una toalla extendida sobre tu cuello, agarra los extremos y mueve tu cabeza sin hacer trabajar al cuello. Dale un respiro, hoy por ti...
Desbloquéate: Evitar bloqueos a nivel mental está genial, pero vamos con los físicos, concretamente con los concernientes a los omoplatos: De pie y con las piernas abiertas paralelas a tu cadera, estira los brazos entrelazando los dedos hacia el frente. Todo lo que puedas hasta que notes que tus escápulas casi se tocan y tu columna se arquea levemente. 3 veces al día durante 10 segundos y tu espalda gritará ¡Gracias!
Más vale prevenir
Los ejercicios ayudan, pero lo mejor para evitar ser un@ más que necesite fisioterapia debido al coronavirus, es la prevención. Lo tienes más que oído (y más que ignorado), pero mientras trabajas levántate al menos una vez por hora para activar la circulación, ilumina correctamente para no forzar el cuerpo cuando leas un documento, mantén la pantalla del ordenador a unos 60 cms y cuida tu postura: los antebrazos en ángulo recto con respecto al codo, los pies apoyados en el suelo y el tronco recto sin forzar giros. Si crees que es tarde o necesitas más asesoramiento pásate por Balmes 109, nuestra puerta está abierta.
Fotos de Karolina Grabowska en Pexels